Nunca en cines/ Andrés Burgos

Datos biográficos del autor en la solapa

El chino que se muere en la televisión es un asiático de bigote a lo Fu Manchú, calvicie avanzada y largos mechones de pelo sobre la nuca. Hace algunos años, era usual encontrarlo en las series norteamericanas de acción representando a un villano de segunda, dueño de una asombrosa escasez de diálogos, que siempre moría antes de que se acabara el capítulo. Luego fue posible incluso verlo perecer repetidamente, a manos del héroe de turno, en la pantalla grande. Este personaje sirve como pretexto para que los dos protagonistas de esta historia emprendan un proyecto sin sentido al que se someten con fervor. Un homenaje delirante al cine bueno y malo, a la incondicional compañía de la televisión, a las canciones que nunca fueron éxitos comerciales y a las causas perdidas. Una empresa que termina, luego de los giros inevitables del destino, convertida en un pacto de amistad y disfrute de la vida